¡Después de 5 intensos días en Miami hoy volamos a México!
Tras el susto yendo a EEUU íbamos un poco con la mosca detrás de la oreja. Supuestamente debes presentar el billete de salida del país en inmigración, pero aquí nadie preguntó nada. Solo se quedaban pasmados cuando nos pedían el número de días de estancia en el país y respondiamos 109, la simpática chica de aduanas nos preguntó, por curiosidad, a que nos dedicábamos, y al responderle que veniamos de vivir en Inglaterra, parece que lo entendió rápidamente.
El vuelo Miami México duró 1 hora y 10 minutos, muy tranquilos.
Nuestro primer día en México lo dedicamos a ubicarnos en nuestra primera parada: Tulum. Un pueblo con dos caras, la zona de playa, llena de resorts, hoteles de ensueño y el pueblo en sí, que es donde nosotros nos hospedamos en un hostal, con mucho ambiente mexicano.
Después de una noche de descanso tras el vuelo del día anterior y dos autobuses, uno desde Cancún, donde aterrizamos, hasta Playa del Carmen; y el siguiente desde Playa hasta Tulum, nos dedicamos a buscar un supermercado para comprar algo de comer y productos básicos.
Al parecer el pueblo es una calle super larga, llena de tiendas de souvenirs, restaurantes y puntos de venta de excursiones por toda la península del Yucatán. Nos ubicamos un poco, paseamos, comimos y descansamos algo más.
Al día siguiente, al levantarnos, bastante emocionados por estar en México y por todo lo que vamos a descubrir, nos pusimos a buscar un lugar donde desayunar. Pensamos en algo fuerte, con lo que aguantar años todo el día, y dicho y hecho, un plato de huevos revueltos con casi lo que uno desea, más arroz y frijoles, acompañado de tortas de maíz, ¡A llenar la panza!
Tras el desayuno de los campeones pusimos rumbo a las ruinas de Tulum, a unos 45 minutos andando por el arcén de la carretera y con un sol abrasador, a pesar de ser las 10.30. llegamos con el arroz ya en los pies.
Para evitar colas compramos el ticket en la entrada, oímos algún lugareño que nos ofrecía un tour y nos encaminamos a la entrada, propiamente dicha. Al llegar pasas por una pequeña abertura de la muralla que en su día rodeaba la parte que hoy se conserva de Tulum,
y ya quedas maravillado.
Es un conjunto de templos, unos mejor mantenidos que otros, más zonas donde estuvieron las casas de los más poderosos, ya destruidas, pues eran de madera y palmeras, y lo mejor de estas ruinas, las vistas Están ubicadas en un acantilado a 12 metros sobre el cristalino mar Caribe, con un acceso a una diminuta cala. Alucinante.
Hicimos el recorrido por nuestra cuenta, leyendo los carteles informativos y poniendo un poco la oreja para escuchar a los guías, pero muy poquito. Al finalizar nos pusimos rumbo a un recorrer la costa, pasando por un conjunto de playas, dejando atrás las ruinas. Esperábamos encontrar algo de paz para sumergirnos con nuestras gafas de buceo. Pero no contamos con dos cosas: la primera todos los hoteles que hemos comentado al principio, y la segunda, el mar estaba picado, porque aunque no lo parezca estamos en noviembre y, a veces el mar se pica. Decidimos caminar, toda la playa adelante. El día anterior en una de sus expediciones online, Carlos vio que hay una playa nudista al pasar las playas más cercanas a Tulum, así que pensamos en llegar a ella y tomar el sol allí. Bueno, pues llegamos, pero no a la playa, si no al acceso que el hotel en construcción posee para llegar a ella. Nuestro gozo en un pozo. Habrá que acostumbrarse a los hotelitos. Nos sobre ponemos y seguimos caminando hasta un pequeño saliente rocoso donde las olas chocaban y se veía toda la playa recorrida, el mar cristalino moviéndose y algún ave que otra. Algo hipnotizador.
Bajamos de las rocas, nos dimos un bañito, descansamos en la toalla un rato, una siesta a la orilla del mar siempre viene muy bien, nos secamos y ya con la fresca volvimos andando al Hostel. Total recorrido en un día: 20 km. ¡Empezando despacito vamos!
Si quieres ver las ruinas de Tulum y sus playas en vídeo no te lo pierdas. Accede aquí Vídeo Tulum
y ya quedas maravillado.
Es un conjunto de templos, unos mejor mantenidos que otros, más zonas donde estuvieron las casas de los más poderosos, ya destruidas, pues eran de madera y palmeras, y lo mejor de estas ruinas, las vistas Están ubicadas en un acantilado a 12 metros sobre el cristalino mar Caribe, con un acceso a una diminuta cala. Alucinante.
Hicimos el recorrido por nuestra cuenta, leyendo los carteles informativos y poniendo un poco la oreja para escuchar a los guías, pero muy poquito. Al finalizar nos pusimos rumbo a un recorrer la costa, pasando por un conjunto de playas, dejando atrás las ruinas. Esperábamos encontrar algo de paz para sumergirnos con nuestras gafas de buceo. Pero no contamos con dos cosas: la primera todos los hoteles que hemos comentado al principio, y la segunda, el mar estaba picado, porque aunque no lo parezca estamos en noviembre y, a veces el mar se pica. Decidimos caminar, toda la playa adelante. El día anterior en una de sus expediciones online, Carlos vio que hay una playa nudista al pasar las playas más cercanas a Tulum, así que pensamos en llegar a ella y tomar el sol allí. Bueno, pues llegamos, pero no a la playa, si no al acceso que el hotel en construcción posee para llegar a ella. Nuestro gozo en un pozo. Habrá que acostumbrarse a los hotelitos. Nos sobre ponemos y seguimos caminando hasta un pequeño saliente rocoso donde las olas chocaban y se veía toda la playa recorrida, el mar cristalino moviéndose y algún ave que otra. Algo hipnotizador.
Si quieres ver las ruinas de Tulum y sus playas en vídeo no te lo pierdas. Accede aquí Vídeo Tulum
Que chulo...verdaderamente un paraíso...vosotros si que sabéis!!!!!
ResponderEliminarPara ser el primer lugar que vimos en México estuvo increíble. Aún y así la cosa fue mejorando... Quintana Roo tiene lugares que sorprenden.
ResponderEliminar