¡Buenos días! Nos hemos despertado contentos, pues hoy nos vamos a la zona costera donde habitan las tortugas verdes del Caribe, Akumal y Xcacel.
Después de desayunar tomamos un colectivo (pequeños buses o grandes furgonetas, donde la gente viaja en distancias cortas) rumbo a Akumal.
Esperábamos una playa tranquila, salvaje, con poca gente y lo que encontramos fue una playa como casi todas las de la Rivera Maya, es decir, invadida toda la orilla de resorts, centenas de turistas y vendedores de todo tipo, desde comida o souvenirs hasta equipos de snorkel y tours. La entrada pública a la playa es un pasillo atiborrado de vendedores de tours que te ofrecen a gritos un precio para poder ver las tortugas, te aseguran el avistamiento de varias especies marinas y te alquilan el equipo de snorkel más el chaleco obligatorio, ya que así se evitan las inmersiones, que están prohibidas, para no estresar a los animales.
Nosotros decidimos no hacer caso y seguir caminando, ya que la playa es ancha y no creemos que todo esté en la zona privatizada. Efectivamente, a tan solo 10 minutos andando por la orilla encontramos un lugar perfecto, además de tortugas había arrecifes de coral preciosos, plantas marinas muy curiosas, peces de todos los tamaños y colores y dos rayas de considerable tamaño.
Nos hicimos un hueco entre dos tumbonas de un resort, dejamos nuestras cosas cerca de un vigilante de seguridad y nos pusimos a snorkelear en una zona menos concurrida de la playa. Pasamos la mañana entera entre la flora y la fauna de Akumal, disfrutando entre corales y pececillos, hasta que decidimos seguir nuestra ruta un poco más al sur en un lugar que nos habían recomendado los locales de la zona.
Xcacel es un santuario de tortugas, una playa tranquila y virgen, donde cada año las tortugas llegan para depositar sus huevos, luego los voluntarios del santuario localizan los nidos, los protegen hasta que los huevos eclosionan y se aseguran de que las tortugas bebé llegan al mar para ayudar a este animal en peligro de extinción a seguir procreando y repoblando la colonia del lugar. Nos habían contado que en la temporada de anidación (verano) se puede colaborar y ayudar a liberar a las tortugas recién nacidas, pero nosotros hemos llegado fuera de temporada, así que, lamentablemente, nos hemos perdido esta gran experiencia.
Nos quedamos a disfrutar de la hermosa playa, aunque había algo de viento y el oleaje estaba fuerte, Carlos se decidió a juguetear con la furia de las olas y MJ prefirió quedarse en la arena disfrutar del sol.
Otros de los secretos que esconde la playa de Xcacel es su pequeño Cenote, pegado a la orilla del mar y habitado por unos pequeños pececillos que les gusta alimentarse de la piel muerta que generamos. Es impresionante meterse en el agua y ver como miles de estos peces se acercan a mordisquear cada centímetro del cuerpo. Es muy difícil aguantar las cosquillas. La experiencia costo unos 10 pesos, 0.50€, que se destina a la manutención del santuario. Este tipo de tratamiento de piel a través de peces se ofrece en spa y centros de estética a un precio mucho más elevado.
Xcacel también fue un lugar importante en la cultura Maya, pues la cercanía del cenote con el mar les permitía hacer rituales de agua dulce y salada, ya que el agua dulce era muy importante y necesaria, y como hemos dicho en un post anterior, en la península del Yucatán los ríos son subterráneos y de muy difícil acceso.
Al rato de estar en la playa el día empezó a ponerse feo, nubes negras amenazaban lluvia, así que tomamos el colectivo del vuelta a Tulum y para descansar un poco y estar listos para un nuevo día. ¿ Cuál sera nuestra próxima aventura?
Si quiere ver los corales y los animalitos que encontramos bajo las aguas de Akumal y Xcacel no te pierdas el siguiente vídeo. Vídeo de Akumal y Xcacel
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