Tal y como nos había indicado José tomamos un colectivo desde Comitán de Domínguez a San Cristóbal de las Casas y de ahí a la colonia de Santa Fe en el pueblo de Chiapas de Corzo, dónde nos pasaría a buscar a las cuatro de la tarde.
Os estaréis preguntando quien es José, pues bien, esta vez hemos elegido viajar de una manera un poquito diferente, nos vamos a alojar en una casa a través de la página web Couchsurfing. Para los que nunca hayáis oído sobre esta web, es un lugar dónde las personas ofrecen alojamiento en sus casas de forma gratuita, con la única intención de compartir bonitos momentos y experiencias con viajeros, conocer gente y costumbres de otros lugares, distintas formas de vivir y ver la vida, así como ayudar a ahorrar en alojamiento. La siguiente pregunta que todos nos hacemos es si este sistema es seguro o no. Pues nosotros creemos que si, pues a parte de tener un apartado de valoraciones y referencias en cada perfil, tanto el que aloja como el alojado, uno contacta con algo de anterioridad y se puede ir conociendo a la persona poco a poco. Así que entre un poco de nuestro instinto, y que José tiene más de sesenta referencias de otros viajeros, a cuál más positiva, decidimos compartir estos días con el en su casa, y la verdad que la experiencia fue maravillosa.
Tal y como habíamos quedado, a las cuatro de la tarde nos recogió y llevo a su casa, donde tras una rápida instalación se ofreció a compartir la tarde con nosotros, así que tras acompañarlo a hacer unos recados en la capital del estado de Chiapas, Tuxla Gutiérrez ubicada a diez minutos en coche, fuimos a Chiapa de Corzo a pasear y tomar unas cervezas, pues teníamos ganas de conocernos mutuamente, de contarnos experiencias y anécdotas de viaje. Ya por la tarde volvimos a su casa para seguir charlando, junto a una botella de tequila hasta bien entrada la madrugada.
Al día siguiente, sin haber dormido mucho, desayunamos y nos fuimos de vuelta al pueblo, pues a las diez de la mañana empezaba la carrera de Parachicos. Y si, a eso habíamos venido a este lugar, a vivir la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, una de las fiestas más tradicionales y coloridas del país. Los Parachicos son hombres disfrazados con coloridas mantas llamadas sarape, máscaras de madera con facciones hispánicas, sombreros de un material parecido a la paja con forma de cepillo circular, que danzan al ritmo de sonajas, gritos alabando a San Antonio Abad y San Sebastián.
Cuenta la historia que Doña María de Angulo, una rica española que vivía en la localidad tenía un hijo sumido en una profunda depresión que nadie podía curar. Pues un grupo de Parachicos con sus danzas sacaron una sonrisa al joven, por eso es que se llaman así, Parachicos (para el chico). Doña María de Ángulo muy agradecida llamo a todos los sirvientes a repartir comida para el pueblo, por lo que además de los Parachicos, se mando a las mujeres a representar dichos sirvientes para la fiesta del pueblo, cosa que las ofendió pues no tiene orgullo ser sirvienta en una fiesta. Así que algunos hombres del pueblo, para complacer a Doña Maria de Ángulo y por el orgullo de sus fiestas populares,se visten de sirvienta y se pasean por el pueblo con cestas de comida, ella se llaman las Xuntaes.
Y así, entre Parachicos y Xuntaes transcurre la fiesta del pueblo, en la que se visitan altares provisionalmente construidos en algunas casas y se les ofrece a los santos cánticos, bailes y muchísima fiesta.
Además de los Parachicos y las Xuntaes la fiesta cuenta con una gran feria donde se ofrecen manjares de diferentes estados del país y todo tipo de bebidas como cockteles y las populares cervezas micheladas (cerveza mezclada con lima, sal y varias salsas, al gusto de la región donde estés, como salsa Magi, Tabasco o Calamaro, salsa de tomate y ostras, todo ello con hielo), puede parecer algo bastante extraño y difícil de pensar en el sabor que tendría, y así es, es una mezcla de muchos sabones que al final encajan juntos. Ademas de una michelada se nos antojo la curiosidad para probar los chapulines oaxaqueños, una especie de grillos fritos con mucho gusto a lima y sal, que no nos gustaron mucho.
Al día siguiente, sin haber dormido mucho, desayunamos y nos fuimos de vuelta al pueblo, pues a las diez de la mañana empezaba la carrera de Parachicos. Y si, a eso habíamos venido a este lugar, a vivir la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, una de las fiestas más tradicionales y coloridas del país. Los Parachicos son hombres disfrazados con coloridas mantas llamadas sarape, máscaras de madera con facciones hispánicas, sombreros de un material parecido a la paja con forma de cepillo circular, que danzan al ritmo de sonajas, gritos alabando a San Antonio Abad y San Sebastián.
Cuenta la historia que Doña María de Angulo, una rica española que vivía en la localidad tenía un hijo sumido en una profunda depresión que nadie podía curar. Pues un grupo de Parachicos con sus danzas sacaron una sonrisa al joven, por eso es que se llaman así, Parachicos (para el chico). Doña María de Ángulo muy agradecida llamo a todos los sirvientes a repartir comida para el pueblo, por lo que además de los Parachicos, se mando a las mujeres a representar dichos sirvientes para la fiesta del pueblo, cosa que las ofendió pues no tiene orgullo ser sirvienta en una fiesta. Así que algunos hombres del pueblo, para complacer a Doña Maria de Ángulo y por el orgullo de sus fiestas populares,se visten de sirvienta y se pasean por el pueblo con cestas de comida, ella se llaman las Xuntaes.
Y así, entre Parachicos y Xuntaes transcurre la fiesta del pueblo, en la que se visitan altares provisionalmente construidos en algunas casas y se les ofrece a los santos cánticos, bailes y muchísima fiesta.
Además de los Parachicos y las Xuntaes la fiesta cuenta con una gran feria donde se ofrecen manjares de diferentes estados del país y todo tipo de bebidas como cockteles y las populares cervezas micheladas (cerveza mezclada con lima, sal y varias salsas, al gusto de la región donde estés, como salsa Magi, Tabasco o Calamaro, salsa de tomate y ostras, todo ello con hielo), puede parecer algo bastante extraño y difícil de pensar en el sabor que tendría, y así es, es una mezcla de muchos sabones que al final encajan juntos. Ademas de una michelada se nos antojo la curiosidad para probar los chapulines oaxaqueños, una especie de grillos fritos con mucho gusto a lima y sal, que no nos gustaron mucho.
Además, la feria contaba con todo tipo de atracciones mecánicas y un escenario donde cada noche tocaban bandas de cumbia y algunas representaciones de baile popular.
Disfrutamos de las fiestas como cuando éramos adolescentes, compartimos charlas con las amables gentes del lugar y nos dejamos llevar por la música y colorido de esta celebración.
Más avanzado en las fechas de la fiesta, el programa ofrecía el famoso Combate Naval (una cabalgata de disfraces y carrozas decoradas) que no tuvimos el placer de disfrutar, pues las fiestas duran dieciséis días, demasiado tiempo para estar en un lugar.
Para los que visitéis Chiapa de Corzo fuera de fiestas, deciros que es un pueblo con mucho encanto, en el que podéis visitar varias iglesias, el ex convento de San Cristobal, la fuente central y el puente de estilo morisco, lo que mueve a todo visitante, el Cañón del Sumidero.
Esto se trata de un tour guiado en embarcaciones de veinticuatro pasajeros a través de un estrecho pero elevadísimo cañón, cuyas aguas están habitadas por enormes cocodrilos y sus árboles por monos araña, así como una amplia variedad de curiosas aves que viven en el Parque Nacional.
Para los que visitéis Chiapa de Corzo fuera de fiestas, deciros que es un pueblo con mucho encanto, en el que podéis visitar varias iglesias, el ex convento de San Cristobal, la fuente central y el puente de estilo morisco, lo que mueve a todo visitante, el Cañón del Sumidero.
Esto se trata de un tour guiado en embarcaciones de veinticuatro pasajeros a través de un estrecho pero elevadísimo cañón, cuyas aguas están habitadas por enormes cocodrilos y sus árboles por monos araña, así como una amplia variedad de curiosas aves que viven en el Parque Nacional.
Durante el tour, que dura unas dos horas y cuesta 190 pesos (9,5€) el guía explica curiosidades sobre el lugar, sobre la flora y fauna y sobre la historia, durante la batalla entre españoles y mayas que habitaban este lugar, estos últimos al no querer mestizarse ni sucumbir ante las imposiciones de los conquistadores, saltaron desde la parte más alta del cañón, unos mil metros de altura, si no morían en el salto serían devorados por los cocodrilos.
Nosotros tuvimos la suerte de además de ver el cañón desde el río, poder verlo también desde lo alto, pues José se ofreció muy amablemente a conducir por la carretera que recorre sus cinco miradores. Hay que reconocer que impresiona mucho más la caída desde lo alto.
Además, también compartimos una tarde visitando Tuxla Gutiérrez, que como ya nos habían dicho, es una ciudad de pocos intereses turísticos. Una gran avenida central, su catedral y palacio del gobierno y el parque de la Marimba, donde todas las tardes se reúnen amantes del baile y espectadores para compartir momentos musicales a través del instrumento más popular de Chiapas. La marimba es una especie de xilófono gigante que suele ser tocado por más de una persona y que aunque proviene de África, en Chiapas se adapta para conformar una música tradicional.
Todo esto y mucho más aprendimos en el espectáculo de luz y sonido que cada noche sucede a las nueve, un show de proyección audiovisual en el monumento en la marimba de la capital chiapaneca.
Después de unos increíbles dias llego la hora de despedirse de José, y muy agradecidos por hacernos sentir como en casa, y con un poquito de pena, pues vamos a echar de menos las charlas nocturnas, pero debemos continuar nuestro viaje.
Para los que tengáis dudas sobre el uso de Couchsurfing, sobre nuestra experiencia os lo recomendamos si dudar, pues además de ahorrar un dinerillo, compartes momentos inolvidables con quien mejor conoce el lugar, quien vive en el.
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